Cultivo sin Suelo de Hortalizas
Cuarto período, que corresponde a la noche, la planta
disminuye notablemente su actividad con evapotranspiración muy baja, en este
período generalmente no se riega, reduciéndose el nivel de humedad en el
sistema radicular y permitiendo así su oxigenación. El riego nocturno se
justifica en situaciones de noches calurosas en tiempo seco, invernaderos con
sistema de calefacción en los que se mantienen temperaturas altas con niveles
de humedad relativa inferiores al 90% y en momentos en los que puede haber
problemas de “Blossom End Rot” o “podredumbre apical”, los riegos nocturnos
puede favorecer el transporte de calcio a nivel de floema.
Los niveles de drenaje en general podrán ser bajos, del
orden del 10 al 25%, durante la fase de crecimiento y cuajado del cultivo
hortícola, será máximo durante la fase de crecimiento de los frutos con niveles
comprendidos entre 30 al 60% y se reduce durante el período de maduración,
hasta valores del 25 al 30%.
Estos porcentajes de drenaje se pueden modificar también en
función de las condiciones climáticas.
Lo expuesto nos sirve para un día soleado, con elevada
evapotranspiración, las necesidades de riego se ven incrementadas con la misma
luminosidad acompañado de vientos fuertes y secos y se reduce notablemente en
días nublados en los que se deberá disminuir notablemente los niveles de
drenaje, e incluso anular los riegos en días muy nublados y con bajas
temperaturas.
Como se puede ver, la dotación y frecuencia de riego está
totalmente ligado al porcentaje de que obtenemos. El drenaje debe ser bajo a
primera y última hora del día, máximo en las drenaje horas centrales y con
valores mínimos en días nublados. Como ejemplo exponemos en un cuadro, cómo
podría evolucionar el manejo del drenaje en un cultivo de tomate, en fase de
crecimiento con los primeros 4 racimos cuajados, para un agua de mediana
calidad, cuya solución nutritiva tiene una CE de 2.5 mS/cm, en un día soleado
de principios de mayo en un invernadero ubicado en Valencia:
En la tabla exponemos una situación ideal en la que hemos
obtenido un drenaje del 25% durante el día, siendo máximo en las horas
centrales y con valores bajos al principio y final del día.
Hemos aplicado un total de 13 riegos, que aportan 2.210 cm3
por cada planta, de los cuales 1640 cm3 los ha consumido la planta y 566 cm3
han sido drenaje. Cuarto período, que corresponde a la noche, la planta
disminuye notablemente su actividad con evapotranspiración muy baja, en este
período generalmente no se riega, reduciéndose el nivel de humedad en el
sistema radicular y permitiendo así su oxigenación. El riego nocturno se
justifica en situaciones de noches calurosas en tiempo seco, invernaderos con
sistema de calefacción en los que se mantienen temperaturas altas con niveles
de humedad relativa inferiores al 90% y en momentos en los que puede haber
problemas de “Blossom End Rot” o “podredumbre apical”, los riegos nocturnos
puede favorecer el transporte de calcio a nivel de floema.
Los niveles de drenaje en general podrán ser bajos, del
orden del 10 al 25%, durante la fase de crecimiento y cuajado del cultivo
hortícola, será máximo durante la fase de crecimiento de los frutos con niveles
comprendidos entre 30 al 60% y se reduce durante el período de maduración,
hasta valores del 25 al 30%.
Estos porcentajes de drenaje se pueden modificar también en
función de las condiciones climáticas.
Lo expuesto nos sirve para un día soleado, con elevada
evapotranspiración, las necesidades de riego se ven incrementadas con la misma
luminosidad acompañado de vientos fuertes y secos y se reduce notablemente en
días nublados en los que se deberá disminuir notablemente los niveles de
drenaje, e incluso anular los riegos en días muy nublados y con bajas
temperaturas.
Como se puede ver, la dotación y frecuencia de riego está
totalmente ligado al porcentaje de drenaje que obtenemos. El drenaje debe ser
bajo a primera y última hora del día, máximo en las horas centrales y con
valores mínimos en días nublados. Como ejemplo exponemos en un cuadro, cómo
podría evolucionar el manejo del drenaje en un cultivo de tomate, en fase de
crecimiento con los primeros 4 racimos cuajados, para un agua de mediana
calidad, cuya solución nutritiva tiene una CE de 2.5 mS/cm, en un día soleado
de principios de mayo en un invernadero ubicado en Valencia:
En la tabla exponemos una situación ideal en la que hemos
obtenido un drenaje del 25% durante el día, siendo máximo en las horas
centrales y con valores bajos al principio y final del día.
Hemos aplicado un total de 13 riegos, que aportan 2.210 cm3
por cada planta, de los cuales 1640
cm3 los ha consumido la planta y 566 cm3 han sido drenaje.
Fuente: Cultivo sin Suelo de Hortalizas
Aspectos Prácticos y Experiencias
Carlos Baixauli Soria
José M. Aguilar Olivert
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