BASES PARA EL MANEJO AGROECOLÓGICO DE
PLAGAS EN SISTEMAS AGRARIOS
URBANOS
A continuación se exponen las principales
prácticas de
manejo y conservación de los enemigos
naturales de plagas
en los sistemas de producción, la mayoría
factibles de ser
realizadas por el agricultor.
Fomento de reservorios de biorreguladores: Es
el fomento
o cuidado de plantas o sitios donde se
mantengan poblaciones
de enemigos naturales o biorreguladores. Es
una práctica
que contribuye a regular las poblaciones de
plagas sin tener
que adquirir estos organismos externamente.
Existen reservorios de biorreguladores de
plagas que se fomentan
con estos propósitos u otros que se han
desarrollado
naturalmente y son aprovechados o manejados.
Los reservorios de biorreguladores de plagas
pueden estar
ubicados de forma tal que tributen poblaciones
de estos naturalmente
hacia los campos cultivados o mediante su
traslado
por el agricultor, experiencias que han sido
adoptadas por
agricultores de Ciudad de La Habana (Tabla 9).
Algunas plantas pueden mantenerse en sitios
apartados de
la finca o en lugares convenientemente
seleccionados, cuidar
allí bajas poblaciones de plagas y sus
enemigos naturales y
luego trasladar estos últimos al cultivo.
Ejemplos de estos son
los mini-bosques, las cercas vivas perimetrales,
etc.
El traslado de biorreguladores puede hacerse
por el corte el
órgano de la planta donde está fijado o se
colecta directamente
en frascos de boca ancha, en ambos casos se
liberan sobre
el follaje de las plantas cultivadas, en
sitios donde hay mayor
infestación por la plaga y puedan encontrar
condiciones para
su refugio.
Fomento de plantas melíferas: Como se ha
expresado, el fomento
o cuidado de plantas que florezcan en
diferentes épocas
del año, principalmente en los momentos de
mayor actividad de
los entomófagos, constituye una importante
fuente nutritiva
para la alimentación de los adultos de los
predadores y los
parasitoides, que necesitan del polen de las
flores para completar
su dieta alimentaria, pues no solo requieren
de sus
insectos presas o huéspedes.
Estas plantas florecidas pueden ser el propio
cultivo, las malezas,
las barreras, las cercas vivas u otras que
existan en los
alrededores de los campos. En los cultivos de
frutales se trata
de que las coberturas vivas también cumplan esta
función.
Regulación de la humedad de los campos
(microclima):
Cuando en los campos cultivados existe un
microclima fresco y
húmedo, se favorece el desarrollo de los
microorganismos
entomopatógenos y antagonistas. Además de que
la reproducción
de los entomófagos es más rápida en la mayoría
de las
especies.
Los campos secos, muy ventilados, donde corren
fuertes corrientes
de aire y las radiaciones solares inciden
directamente
sobre el suelo y lo calientan, tienen menos
condiciones para el
desarrollo de la mayoría de los
biorreguladores de plagas.
Para evitar estos efectos se recomiendan las
asociaciones
de cultivos, las cercas vivas, las coberturas
vivas, etc.
Fuente: BASES PARA EL
MANEJO AGROECOLÓGICO DE
PLAGAS EN SISTEMAS AGRARIOS
URBANOS
Luis L. Vázquez Moreno
Ingeniero Agrónomo. Doctor en Ciencias.
Investigador Titular.
Entomología, Control Biológico, Manejo de
Plagas.
Grupo Artrópodos Plagas. INISAV.
Emilio Fernández Gonzálvez
Licenciado en Biología. Doctor en Ciencias
Agrícolas.
Investigador Titular.
Nematología, Control Biológico, Manejo de
Plagas.
Grupo Fitopatología. INISAV.