Cultivo sin suelo de hortalizas
Transcurridas esas dos a tres semanas,
iniciaremos las mediciones en el punto o puntos de control del drenaje,
calculando el porcentaje de drenaje y realizando mediciones del pH y de la
conductividad eléctrica del mismo. Dichas mediciones serán anotadas en una
tablilla del tipo que exponemos a continuación durante todos los días
preferiblemente a la misma hora.
Seguidamente procederemos igual en el otro u
otros puntos de control, permitiéndonos conocer la uniformidad de riego y
comportamiento del invernadero.
Existen sistemas que utilizan sondas de
succión o jeringuillas para la toma de muestras de la solución nutritiva
existente en el sistema radicular y su medición de pH y CE, permitiendo mejorar
la precisión de la medida, aunque en ocasiones puede resultar laboriosa,
recurriendo en la mayor parte de los casos a los drenajes.
La toma de estos datos, su análisis diario y
evolución, es la principal base para el manejo de la solución nutritiva y de la
dotación de riego.
El cálculo de la dotación de riego para cada
sistema en particular es importante, incluso antes de iniciar su manejo y
depende de: sistema, sustrato, calidad de sustrato, volumen del mismo, calidad
de agua de riego, cultivo, caudal de los emisores, uniformidad de riego, etc.
Exponiendo un ejemplo real se facilitará la
comprensión.
Imaginemos un invernadero preparado para el
cultivo de tomate en sistema de cultivo en perlita, con granulometría B-12,
sacos de 40 litros ,
en los que se van a trasplantar 6 plantas en cada uno, con tres goteros con
caudales de 3 litros/hora en cada saco. En el caso en que la solución nutritiva
asimilable del saco fuese del 60% de su volumen, nos encontraríamos con que el
agua disponible es de 24
litros . Bajo la hipótesis de que el nivel de agotamiento
al que queremos llegar es del 5%, significa que el siguiente riego lo daremos
cuando las 6 plantas hayan consumido 1,2 litros del saco.
La dotación de riego será de 1,2 litros más el
drenaje correspondiente. En el supuesto de que estemos trabajando con un 25% de
drenaje será: (1,2 x 0,25= 0,3
l .), por lo que la dotación final sería
de: (1,2 + 0,3= 1,5 l .).
La dotación de riego sería de 10 minutos.
En la práctica los niveles de agotamiento
empleados en el manejo de perlita y lana de roca son inferiores al 5% y con
este valor se manejan sustratos como la arena y la fibra de coco.
Hasta ahora los tiempos de riego vienen siendo
fijos durante un cultivo, con pequeñas modificaciones propias del manejo.
Existen programas informáticos que permiten modificar el tiempo de riego en
diferentes periodos del día, aportando riegos cortos en primeras y últimas
horas del día y riegos más largos en las horas centrales, en las que se
requieren niveles de drenaje más elevados.
El número de riegos diarios y el lapso de
tiempo que debe transcurrir entre un riego y el siguiente los debemos obtener
experimentalmente, por medio de las medidas de drenajes diarias y
endeterminados momentos de cultivo, con medidas de drenaje en diferentes
períodos del día.
Para determinar el manejo del riego podemos
dividir el día en 4 períodos:
Primer período, correspondiente a las dos o
tres primeras horas después de salir el sol, en el cual la evapotranspiración
de la planta es baja. La planta inicia su actividad, la temperatura del
invernadero todavía es baja y generalmente, los niveles de humedad relativa son
altos. Si no hemos regado durante la noche el sustrato se encontrará con una
fracción de agotamiento superior al 5% que inicialmente habíamos fijado, puesto
que la actividad de la planta durante la noche no es nula.
Los primeros riegos servirán para recuperar
los niveles de humedad adecuados en el sustrato, generalmente se consigue con
el primer o segundo riego. Los niveles de drenaje en este período deberán ser
bajos, un 5 a
un 10% inferior al prefijado. El primer riego se puede realizar en muchos casos
1 o 2 horas después de salir el sol,
permitiéndonos durante esos primeros instantes una buena oxigenación del
sistema radicular.
Segundo período, que coincide con las horas
centrales del día. Se está incrementado la temperatura en el invernadero,
máxima luminosidad, se produce una disminución de la humedad relativa y nos
encontramos en el período de máxima evapotranspiración del día. Durante este
período y muy especialmente en las estaciones calurosas, la planta tiende a
consumir más agua que nutrientes, siendo el momento en el que debemos mantener
niveles de drenaje más altos, que se consigue incrementando las frecuencias de
riego, que en casos de manejo de fracciones de agotamiento inferiores al 5%, el
lapso entre dos riegos puede llegar a ser de menos de 30 minutos.
Algunos ordenadores de riego, bajo influencia
de niveles de radiación altos, permiten reducir ligeramente la conductividad de
la solución nutritiva, adecuando el manejo a la situación expuesta.
Tercer período, correspondiente a las últimas
horas del día o atardecer, en donde la luminosidad empieza a disminuir, baja la
temperatura y el nivel de humedad relativa aumenta. Se reducen los riegos,
incrementando el tiempo que transcurre entre los mismos y se reduce el nivel de
drenaje.
Fuente: Cultivo sin Suelo de Hortalizas
S è r i e D
i v u l g a c i ó T è c n i c a
Carlos Baixauli Soria
José M. Aguilar Olivert
Aspectos Prácticos y Experiencias
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