Camu Camu La planta y su cultivo

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Camu Camu
La planta y su cultivo
Métodos de propagación
Tradicionalmente se ha propagado por semilla, la cual se obtiene de plantas vigorosas, sanas, de alta productividad y de frutos sanos. Recien extraida del fruto la semilla logra hasta el 100% de germinación.
Es preferible la propagación por injerto de clones seleccionados. El porta injerto que se utiliza es el Camu camu arbustivo (Myrciaria dubia) ya que el Camu camu arbóreo (Myrciaria sp.), es más lento en su germinación y crecimiento inicial en el vivero. La formación de la planta porta injerto requiere por lo menos ocho meses de desarrollo hasta que esté lista para injertar.
El injerto que se utiliza es el de astilla. Las yemas se toman de plantas seleccionadas por su alta productividad (25 kg fruta/planta/año). El diámetro adecuado del tallo del patrón para realizar el injerto está entre 6 y 9 mm de grosor a 30 cm de altura sobre el suelo. Las plantas deben tener 0.70 a 1 m de altura. Las yemas al emplearse para el injerto deberán provenir sólo de ramas del año, de plantas adultas seleccionadas por sus buenas características.
Prácticas culturales y de producción
Se recomienda la siembra en los suelos de textura franco arcillosa, en áreas planas o bajos, con drenaje deficiente, con adecuado contenido de humedad. No se recomienda su siembra en suelos arenosos, excesivamente drenados. En las zonas bajo la influencia de las inundaciones de los ríos, se sugiere su siembra en los suelos sujetos a inundaciones periódicas, no en aquellos que están permanentemente inundados.
El cultivo de Camu camu se desarrolla bien en suelos con alrededor de 2% de materia orgánica. Se debe evitar los suelos con pH menor de 4.5 y más de 50% de saturación con aluminio; en caso contrario se debe corregir la acidez con aplicación de cal.
La distancia de siembra recomendada para campo definitivo es de 4 m entre hilera y 3 m entre plantas. Otra posibilidad sería el establecimiento de la plantación a distancias de 2 m por 2 m para aprovechar la producción inicial durante los primeros seis a siete años de la plantación. El trasplante se realiza a raíz desnuda.
Las plantas injertadas deben recibir la primera poda de formación en el vivero y la segunda en campo definitivo, durante el primer año de la plantación. Se harán hoyos que tienen un diámetro de 30 cm y una profundidad de 30 a 40 cm. En suelos ácidos con más de 50% de saturación con aluminio se sugiere la aplicación de 50 a 100 g de cal y 50 a 100 g de roca fosfórica, al fondo del hoyo donde se ubicará la planta.
El trasplante debe realizarse cuando las lluvias estén bien definidas. No se recomienda sembrar con las primeras lluvias del invierno, por el riesgo de ausencia de éstas durante los días posteriores al trasplante.
Durante los dos primeros años de instalado en el campo definitivo el Camu camu puede ser asociado con algunos cultivos: arroz (cinco meses), yuca (nueve meses) y leguminosa después de la cosecha de la yuca; yuca (nueve meses) y cobertura verde (maní forrajero o centrosema) después de la cosecha de yuca; en plantaciones antiguas de plátano se podría sembrar a la sombra del plátano, para eliminar progresivamente este último y dejar la plantación de Camu camu; arroz o maíz (cinco meses) en el primer año y maní (cuatro meses) o caupí (tres meses) en el segundo año; hortalizas y frutales de ciclo corto durante la época de verano (dependiendo del mercado y del riesgo de inundación), seguido de la cobertura con leguminosas (dependiendo de la duración de la inundación).
Las plantas madres deben tener una producción promedio de 20 kg de fruta al año, lo cual equivale a 16,6 t/ha. Plantas injertadas con yemas de estos clones han presentado un rendimiento de 8 a 10 kg por planta al quinto año del trasplante, equivalente a 6,6 y 8,3 toneladas de fruta/ha, respectivamente.

Fuente:  Frutales tropicales potenciales
para el piedemonte llanero
Javier Orlando Orduz R.1
Jorge Alberto Rangel M.

Roya del cafeto





Roya del cafeto Roya del cafeto (Hemileia vastratrix) La roya del café es considerada una de las enfermedades de plantas más catastróficas de toda la historia. Está dentro de las siete pestes y/o enfermedades de las plantas que ha dejado mayores pérdidas en los últimos 100 años. Es el principal problema fitosanitario de alto impacto para la caficultura. Las pérdidas en América Latina se calculan en 30% de las cosechas. El impacto socio económico que puede generar una epidemia de roya del cafeto en Latinoamérica es de dimensiones incalculables. Nueve países latinoamericanos exportan café arábigo. En Brasil el cultivo de café representa más del 6% de todas las exportaciones agrícolas. En Colombia dependen de este cultivo más de un millón de familias. Qué es la Roya del cafeto? Es una enfermedad causada por el hongo Hemileia vastatrix. El café es el único hospedero conocido de este hongo perteneciente al Phylum Basidiomycota, Orden Uredinales, Familia Pucciniaceae. Considerado un parásito obligado, no puede sobrevivir en el suelo o en material vegetal inerte; hasta la fecha no ha sido posible su cultivo en laboratorio. La roya dejó entrever su gran importancia desde que se dieron a conocer las dos primeras epidemias documentadas. En el año 1868, en la isla de Ceilán hoy en día Sri-Lanka, el daño fue tan grave que quienes cultivaban el cafeto al no conocer la enfermedad ni su control, decidieron arrancar los cafetales y sembrar té. Posterior a este hecho, investigaciones efectuadas en África, Asia e India permitieron observar que sí se podía controlar la enfermedad. Con la llegada de la Roya a Brasil iniciando los setentas, se estimó que en cultivos donde las plantas no habían sido tratadas los porcentajes de infección llegaron hasta un 80%, mientras que las plantas tratadas con fungicidas protectantes presentaban porcentajes iguales o inferiores a un 5%. Apareció en Centroamérica aproximadamente en 1976, y en Colombia llego en los 80´s afectando los cultivos de las áreas bajas de 600 a 1000 msnm. ¿Cuáles son los síntomas que presentan los cultivos afectados? La enfermedad afecta a las plantas de café mediante la caída prematura de las hojas infectadas, lo cual puede reducir el rendimiento en un 50%. Una epidemia de la roya presenta tres fases claramente identificables en procesos denominados policíclicos. Una fase lenta con infección de unas pocas hojas; posteriormente una fase rápida o explosiva y una fase terminal o máxima. Los síntomas corresponden a lesiones cloróticas, inicialmente con decoloración de áreas de la hoja, especialmente hacia los márgenes, donde tiende a acumularse más agua, y posteriormente con gran presencia de urediniosporas del hongo que se reconoce como el polvillo amarillo o naranja ubicado por el envés de la hoja afectada. Los cultivos atacados disminuyen drásticamente su producción porque se afecta la economía energética de la hoja, la cual es responsable de tres procesos vitales (fotosíntesis, respiración y transpiración); al ser atacada reduce su funcionamiento y puede incluso desprenderse del árbol. A mayor número de hojas enfermas, mayor es el impacto de la producción. Fuente: https://www.croplifela.org/es/plagas/... Canal de Josè Arcesio en YouTube: https://youtube.com/c/JoseArcesioGuti...

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