El cultivo de la sandia
Acolchado
Consiste en cubrir el suelo/arena generalmente con una
película de polietileno negro de unas 200 galgas, con objeto de: aumentar la
temperatura del suelo, disminuir la evaporación de agua, impedir la emergencia
de malas hierbas, aumentar la concentración de CO2 en el suelo, aumentar la
calidad del fruto, al eludir el contacto directo del fruto con la humedad del
suelo. Puede realizarse antes de la plantación, o después para evitar
quemaduras en el tallo.
Tunelillos
En plantaciones tempranas, una vez realizado el trasplante,
se puede proceder a la colocación de túneles de semiforzado para incrementar la
temperatura. Para ello se colocan arcos de alambre cada 1,5 metros
aproximadamente, que se recubren con un film que se sujeta al suelo con la
propia arena. El film que mejores resultados está dando es el polímero EVA
de 150-200 galgas, que además de proteger de las bajas
temperaturas, impide el goteo por condensación, evitando y reduciendo el riesgo
de pudrición. Otros materiales utilizados son las películas de polietileno
transparente, con el inconveniente del goteo, y la manta térmica, que aunque
incrementa la temperatura en menor medida, mejora las condiciones de
ventilación y evita el problema del goteo.
Existen otros métodos para incrementar la temperatura en el
interior del invernadero tras la plantación como es la colocación de bandas de
plástico o de una cubierta flotante de film transparente y perforado.
Poda
Esta operación se realiza de modo optativo, según el marco
elegido, ya que no se han apreciado diferencias significativas entre la
producción de sandías podadas y sin podar, y tiene como finalidad controlar la
forma en que se desarrolla la planta, eliminando brotes principales para
adelantar la brotación y el crecimiento de los secundarios. Consiste en
eliminar el brote principal cuando presenta entre 5 y 6 hojas, dejando
desarrollar los 4-5 brotes secundarios que parten de las axilas de las mismas,
confiriendo una formación más redondeada a la planta.
Polinización
Normalmente si las condiciones ambientales son favorables es
aconsejable el empleo de abejas (Aphis mellifera) como insectos polinizadores,
ya que con el empleo de hormonas los resultados son imprevisibles (malformación
de frutos, etc.), debido a que son muchos los factores de cultivo y ambientales
los que influyen en la acción hormonal. El número de colmenas puede variar de 2
a 4 por hectárea, e incluso puede ser superior, dependiendo del marco de
plantación, del estado vegetativo del cultivo y de la climatología.
Cuando se cultiva sandía apirena (triploide) es necesaria la
utilización de sandía diploide como polinizadora, ya que el polen de la primera
es estéril. Se buscan asociaciones en las que coincidan las floraciones de la
polinizadora y polinizada en relación 30-40 % de polinizadora + 60-70 % de
polinizada ó 25-33 % de polinizadora + 67-75 % de polinizada. Es frecuente que
se asocien sandías “tipo Sugar Baby” como polinizadoras con “tipo Crimson “como
polinizadas para no confundirlas a la hora de la recolección.
Marcos de Plantación
Los marcos de plantación más comunes en sandía injertada son
los de 2 m. x 2 m. y 4 m. x 1m. El primero tiene el inconveniente de que se
cubre la superficie muy pronto e incluso a veces antes de que se hayan
desarrollado suficientes flores femeninas, ya que éstas aparecen a partir de la
quinta o sexta coyuntura. El segundo marco es más apropiado, ya que además permite
un mejor aprovechamiento del agua y de los nutrientes y el descanso de cierta
parte del terreno (por la disposición de los ramales portagoteros, que se
colocan pareados por línea de cultivo) y un ahorro en la colocación de
materiales de semiforzado.
Fuente: Guías tecnológicas de frutas y vegetales
Contenido
Ángel Daniel Casaca, Consultor individual, Ingeniero Agrónomo
Zootecnista, egresado de la Escuela Centroamericana
de Agricultura
y Ganadería de Costa Rica, ECAG.
Email: angelcasaca@yahoo.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario