Cultivo de la sandia
Requerimientos
Clima
El manejo racional de los factores climáticos de forma
conjunta es fundamental para el funcionamiento adecuado del cultivo, ya que
todos se encuentran estrechamente relacionados y la actuación sobre uno de
estos incide sobre el resto.
Temperatura: El desarrollo óptimo lo alcanza a altas
temperaturas, temperaturas promedio mayores a 21°C con óptimas de 35°C y máxima de 40.6ºC.
Cuando las diferencias de temperatura entre el día y la
noche son de 20-30ºC ,
se originan desequilibrios en las plantas: en algunos casos se abre el cuello y
los tallos y el polen producido no es viable.
Humedad Relativa: La humedad relativa óptima para la sandía
se sitúa entre 60 % y el 80 %, siendo un factor determinante durante la
floración y requiere alrededor de 10 horas luz al día.
Suelos
Es necesario que los suelos posean buen drenaje tanto
interno como externo. Los suelos franco arenosos a francos son los mejores para
el desarrollo de las plantas, no obstante se pueden utilizar suelos franco
arcillosos a arcillosos, estos últimos con enmiendas (agregar materia
orgánica). Se debe evitar cultivar sandia en la misma área todos los años. La
rotación debe hacerse cada 3 años utilizando gramíneas (maíz, sorgo, pastos).
La temperatura del suelo para la germinación es de 25-35ºC . La sandía tiene un
óptimo desarrollo en pH desde 5.0
a 6.8 (tolera suelos ácidos y al mismo tiempo se adapta
a suelos débilmente alcalinos. Suelos de textura franca con alto contenido de
materia orgánica son los más apropiados para el desarrollo de este cultivo.
Variedades
Elección del Material Vegetal
Principales criterios de elección:
• Exigencias de los mercados de destino
• Características de la variedad comercial: vigor de la
planta, características del fruto, resistencias a enfermedades.
• Ciclos de cultivo y alternancia con otros cultivos.
• Pueden considerarse dos grupos de variedades híbridas
existentes en el mercado:
Variedades “Tipo
Sugar Baby”, de corteza verde oscuro.
Variedades “Tipo Crimson, de corteza rayada.
Dentro de ambos tipos pueden considerarse sandías con
semillas y sin semillas, aunque generalmente las sandías triploides se está,
poniendo “tipo Crimson”, por lo que la piel rayada está siendo un carácter
diferenciador para el consumidor entre sandía con semillas y sin semillas.
La variedad mas usada es la Charlestón Gray , y
en forma no significativa la
Sugar Baby y para exportación la Mickeylee , sembrada
principalmente en la zona Sur del país.
Se tiene constancia de más de cincuenta variedades de sandía,
que se clasifican en función de la forma de sus frutos, el color de la pulpa,
el color de la piel, el peso, el período de maduración, etc. Genéticamente
existen dos tipos de sandías:
• Sandías diploides o con semillas: son las variedades
cultivadas tradicionalmente, que producen semillas negras o marrones de
consistencia leñosa. Según la forma de sus frutos encontramos:
Frutos alargados: de corteza verde con bandas de color más
claro. Destacan los tipos Klondike y Charleston Gray.
Frutos redondos: de corteza
de color verde oscuro o negro, son los ejemplares más cultivados aunque están
siendo desplazadas por las variedades sin semillas. Destacan: Crimson Sweet,
Resistent, Sugar Baby, Dulce Maravilla o Sweet Marvell y Early Star, entre las
más conocidas y cultivadas.
• Sandías triploides o sin semillas: Se trata de variedades
que tienen unas semillas tiernas de color blanco que pasan desapercibidas al
comer el fruto. Se caracterizan por tener la corteza verde clara con rayas
verdes oscuras y la carne puede ser de color rojo o amarillo. Destacan: Reina
de Corazones, Apirena, Jack y Pepsin, entre otras.
Fuente: Documento Técnico
Contenido
Ángel Daniel Casaca, Consultor individual, Ingeniero
Agrónomo
Zootecnista, egresado de la Escuela Centroamericana
de Agricultura
y Ganadería de Costa Rica, ECAG.
Email: angelcasaca@yahoo.com
PROMOSTA.
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