Cultivo del peral
5. Injerto
Es un método de propagación empleado para unir dos partes que provienen de plantas diferentes, una enraizada denominada pie o patrón, y otra parte aérea o injerto propiamente dicho.
Para nuestro caso, se trata de unir la estaca enraizada de membrillero, con la yema de la variedad de pera seleccionada.
Las plumas o yemas a injertar, deben provenir de plantas de pera seleccionadas previamente y que destaquen por su sanidad, por ser altamente productivas y que hayan tenido una historia de rendimientos constantes durante varios años. Asimismo, deben producir frutos con características deseadas y que correspondan a la forma típica de la variedad escogida para su instalación. La
sanidad es muy importante, las plantas "madres", o de donde se obtienen las yemas o plumas, deben estar libres de insectos, virus y enfermedades.
Las yemas seleccionadas para ser propagadas deben tener como mínimo un año de edad y se recomienda extraerlas de la parte media de la planta, empleando las puntas o ápices, las que
deben estar hinchadas y cercanas a brotar.
Por tanto, la época adecuada para realizar el injerto es en las cercanías de la primavera. Es conveniente recogerlas de diferentes grosores, para que coincidan con los diver sos diámet ros que
encontraremos en los membrilleros enraizados. El traslado de las yemas al vivero se hace en bolsas de plástico a las que previamente se les ha agregado un trozo de papel húmedo. Si la distancia a
trasladar es muy larga o el clima muy cálido, las yemas se pueden envolver en papel húmedo y ser colocadas en cajas térmicas.
La técnica del injerto permite adelantar el inicio de la etapa productiva de las plantas, debido a que la yema que proviene de una planta madura y en producción, cuenta con estructuras florales diferenciadas. Para las condiciones del valle de Cháparra, una planta injertada suele iniciar su producción a partir del tercer año de instalada en campo definitivo y alcanzar la plena producción alrededor del quinto año.
También se puede aprovechar la realización de podas de renovación para injertar variedades seleccionadas, haciéndolos en las ramas cortadas de las mismas plantas para adelantar su producción. Esta práctica se recomienda especialmente para el cambio de variedades, sobre todo si estas son de
producción tardía como la "Packans Triumph" o la "Italiana".
Es preferible injertar en el vivero, aunque también puede hacerse en plantas ya instaladas en campo definitivo. En el vivero, el rendimiento del operario es mayor y se suelen obtener mejores porcentajes de prendimiento, ello debido a que las condiciones adecuadas de temperatura y humedad, son más
favorables en comparación con las que existen en las huertas.
También se pueden realizar los injertos en camas de enraizamiento a campo abierto, ya que tanto el membrillero empleado como patrón, como el uso de la pera variedad "perilla", son muy rústicos,
obteniéndose de ellos, buenos porcentajes de prendimiento a menores costos. Las plantas obtenidas son transportadas a campo definitivo, a raíz desnuda.
Es importante injertar en un ambiente fresco y aireado, o en días sombreados, para que las partes a unir conserven su contenido de humedad y se pueda lograr una buena unión de los tejidos entre el
patrón y el injerto. Jamás debe tocarse con los dedos las partes a soldar, ni el patrón ni la yema.
El método de injerto normalmente empleado es el denominado de hendidura.
El patrón y la púa deben tener los mismos diámetros. La altura ideal para hacer el injerto está en el rango de los 30 cm medida desde la base del tallo del patrón.
Se hace un corte de manera horizontal en la parte superior del patrón. Sobre este, se realiza un segundo corte vertical, sobre el que se inserta una pluma de alrededor de 10 cm en cuya base se ha realizado previamente un corte en bisel.
Se amarran ambas partes empleando cintas especiales o plástico limpio de 3 mm de espesor, cortados en tiras de 2 cm de ancho, de preferencia de abajo hacia arriba y tensando continuamente. Una de las
causas más frecuentes de un mal prendimiento, se debe a que ha quedado aire en la cinta o el plástico, provocando que los tejidos se oxiden y se deterioren.
Las plantas deben regarse inmediatamente para favorecer el flujo de savia y no se deben descuidar durante el prendimiento.
Se nota que el injerto ha prendido cuando las yemas de las púas o plumas brotan y la unión del patrón con el injerto ha soldado.
Para los valles de la provincia de Caravelí, se recomienda realizar los injertos entre los meses de junio y agosto, luego que las plantas hayan cumplido su periodo de agoste y las plumas están a punto de brotar y listas para ser injertadas.
El uso de herramientas adecuadas y desinfectadas, como tijeras de podar y navajas para injertar, ayudará a obtener plantas de calidad. Para desinfectar las herramientas se recomienda el uso de una
solución de hipoclorito de calcio al 33 % (5 gr por cada 20 l de agua).
Fuente: EL CULTIVO DEL PERAL EN LA
PROVINCIA DE CARAVELÍ
DESCO
Waldir Guillermo Chávez Gama
Atilio Alfredo Arata Pozzuoli
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