GUÍA TÉCNOLÓGICA SOBRE EL CULTIVO DEL AGUACATE
Superficie Foliar:
La relación entre la cantidad de hojas y frutos es otro aspecto del proceso de la fructificación. Las hojas son las productoras, por medio de la fotosíntesis, de las sustancias hidrocarbonadas que se trasladarán al fruto en el proceso de engrosamiento del mismo.
La relación de hojas sanas por fruto de aguacate es de 50 hojas adultas. El aguacate es muy exigente en este aspecto, factor que incide en el nivel de la poda.
Temperatura:
La temperatura es un factor determinante de la fructificación. El aguacate es una fruta subtropical, susceptible a las bajas temperaturas en el proceso de fructificación. Altas temperaturas producen caídas en las bayas. Temperaturas menores de 13° C y mayores de 40° C, afectan el nivel de fructificación.
B. LAS PLANTAS Y EL VIVERO
El productor del aguacate que desee obtener los mayores beneficios por la inversión en su trabajo debe seleccionar las variedades por su uniformidad en el tamaño del fruto, la resistencia a las enfermedades, al ataque de insectos, el contenido en grasas de su pulpa y por su resistencia al rudo trato de los transportes para alcanzar mercados a grandes distancias.
A las variedades seleccionadas bajo estos criterios se les denominan "Variedades Comerciales”.
La propagación de estas variedades nunca se logra por semilla, sino en forma asexual, o sea, por medio de injerto.
Selección de las Semillas
Para realizar una selección adecuada de la semilla que se utilizará para patrón o portainjerto se recomiendan las siguientes medidas:
a) Que las semillas provengan de árboles sanos de aguacate criollo o de la variedad Lula, sin parásitos, con buena apariencia, alta producción y fruto uniforme.
b) Que las semillas se obtengan de frutos en su madurez fisiológica, que es cuando la semilla presenta su total desarrollo y el embrión goza del mayor poder germinativo.
c) Evitar en todo lo posible que la semilla toque el suelo.
d) Que las semillas sean bien grandes, ya que el vigor de los patrones es mayor cuando la semilla es grande. Este factor ofrece uniformidad en los canteros y facilita las labores de cultivo.
Preparación de las Semillas
Debe existir un absoluto control sanitario de las semillas. Toda semilla que presente una mancha, un golpe o picadura de insectos debe desecharse inmediatamente.
Si por alguna razón hay que guardar las semillas, se taparán dentro de una o varias cajas cubiertas con arena o aserrín.
Antes de sembrar, las semillas se lavan con agua y luego se colocan en un recipiente que contenga un funguicida (Trimiltox Forte, Tricarbamato, Captan, Rhodax, Benlate, o similar), usando una dosis de 4 onzas por lata de 30 botellas de agua, o sea, una libra por tanque de 50 galones de agua. Para este tratamiento, las semillas se colocan dentro de un saco tipo cebolla. Luego se secan al sol, se les retiran las membranas y se les corta el candado y la base.
Estos cortes aceleran la germinación, reduciendo el tiempo desde 50 a 65 días a tan sólo 33 días.
Para la germinación se recomienda usar un saco de polipropileno (saco tipo fertilizante) cortado en dos y preparar envases para sólo dos semillas, una en cada mitad. Esta bolsa plástica se llena con tierra negra ligada con arena, ambas tratadas con funguicidas de suelo. Si la semilla se va a sembrar en una funda plástica diferente del saco se debe usar un tamaño de 9 x 12, calibre 350.
El semillero debe ubicarse en un lugar sombreado con penetración de luz. Los tejidos jóvenes de la germinación de la semilla se pueden quemar en presencia de exceso de calor.
Los sacos deben colocarse en hileras de cuatro en fondo y las fundas en hileras de seis en fondo con pasillos de 60 cm que permitan el paso de una carretilla de mano. El piso del semillero puede ser en concreto, en gravilla o de lona que cubra el suelo, a fin de evitar la contaminación de las plantas con el hongo de la Phythophtora, proveniente del suelo.
Cuidados del Semillero
La aplicación de agua se realiza con una manguera o con reguiletes hasta lograr la capacidad de campo del suelo en las bolsas o fundas. La fertilización se aplica de manera individual, de tal forma que una onza sea suficiente para cinco fundas. La semilla se siembra de tal forma que sólo la cubra el espacio de una pulgada de tierra.
Este sistema de vivero asegura una planta sana con un buen sistema radicular que si se continúa en el proceso de cuidado en la plantación definitiva, los resultados se observan a los pocos meses.
En la República Dominicana, la mejor época para preparar la siembra en viveros es el mes de octubre, cuando la cosecha de aguacate criollo está terminando y la madurez fisiología del fruto asegura una semilla de buena calidad.
Fuente: GUÍA TECNOLÓGICA SOBRE
EL CULTIVO DEL AGUACATE
Autores
Ing. Agrón. Sixto Ml. Bisonó Pérez
Ing. Agrón. José R. Hernández B.
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