Cultivo sin Suelo de Hortalizas
Capilares o microtubos
Formados por un microtubo de polietileno de un diámetro
interno de 0,6 a 2 mm. y de una longitud de hasta 2 m., que trabaja con
presiones muy bajas 7 m.c.a. en régimen laminar. Son sensibles a las
variaciones de presión y temperatura y propensos a las obstrucciones. Para
obtener una buena uniformidad de riego se debe sobredimensionar las terciarias
y la tubería portagotero. También se puede compensar la pérdida de carga con
distintas longitudes de microtubo. Presenta como ventaja el bajo precio.
6•3•5•2 Emisores de laberinto
En ellos el agua recorre una trayectoria tortuosa hasta
salir sin presión. Son de menor sensibilidad a las variaciones de presión,
temperatura y obturaciones. Su presión de trabajo mínimo de 1 atmósfera y
caudales comprendidos entre 2 a 4 litros/hora.
Para evitar una falta de uniformidad, en los frecuentes
riegos que se aplican en estos sistemas, se deben instalar electroválvulas en
los subsectores para evitar descargas y conseguir un llenado rápido de las
tuberías al inicio del riego.
6•3•5•3 Emisores de membrana autorregulados y antidrenantes
Estos goteros poseen una membrana que no abre hasta que no
alcanza una presión de 4 o 10 m.c.a., tanto la apertura como el cierre se efectúa
con la red llena de agua. En sistemas de riego para cultivos sin suelo en donde
se aportan numerosos riegos al día, permite mejorar los coeficientes de
uniformidad.
6•3•5•4 Emisores autocompensantes y antidrenantes
Permiten un caudal constante dentro de un rango de
presiones. Son aconsejados cuando existe una baja uniformidad, debida a
desniveles del terreno y de pérdidas de carga en las tuberías. Estos emisores
son caros y con el tiempo pierden eficacia por el envejecimiento de la membrana
elástica. En la práctica se emplean en muchas explotaciones de cultivos sin
suelo.
MANEJO DE LOS CULTIVOS SIN SUELO
Cada uno de los sistemas explicados requiere de un manejo
específico, la elección del sistema más adecuado va a depender de una serie de
factores, entre los que debemos destacar, el tipo de cultivo, la duración del
mismo, el sustrato elegido, volumen de sustrato a emplear, coste de instalación
del sistema, facilidad, asesoramiento de manejo, sistema de riego, etc. Por
esta razón resulta complicado decantarse por uno de ellos y afirmar cual es el
ideal.
En distintas experiencias realizadas, con el objetivo de
comparar distintos sistemas, apenas se dan diferencias, tal como veremos en el
último capítulo. Lo realmente importante es conocer la correcta preparación y
manejo de cada uno de ellos.
Hay aspectos de las labores preparatorias y del manejo que
son comunes o similares a cada uno de los sistemas, y existe un manejo
específico para cada sustrato. Como ejemplos trataremos los sistema de cultivo
en lana de roca, en perlita y algún comentario respecto otros sistemas.
7•1 Labores Preparatorias
Dichas tareas van a consistir en repartir el sustrato a lo
largo del invernadero de forma que permita el cultivo hortícola en cuestión, no
debiendo necesariamente modificar las densidades ni la disposición de la
plantación por el hecho de cultivar en sistemas de cultivo sin suelo, por lo
que la distancia entre hileras y entre plantas será fácil de adecuar. Para la
mayor parte de los cultivos hortícolas, la distancia entre hileras de sustrato
puede ser de 2 m., pudiendo hacerse algo más estrecha para cultivos como el
pimiento y en ocasiones algo más ancha para cultivar tomate.
Es aconsejable comprobar la instalación de riego,
funcionamiento de los goteros, medición de uniformidad de riego. Si es la
primera vez que ponemos en marcha nuestra instalación, es importante
familiarizarse con el funcionamiento del programador de riego, con el sistema,
inyección de solución madre, de ácido, con la formulación de la solución nutritiva,
ajuste de pH y CE, frecuencia de riegos, tiempos y demás automatismos.
Previo a la plantación se procede a saturar el sustrato, la
lana de roca y la perlita, con la solución nutritiva prevista, llenando
totalmente el espacio poroso del sustrato y con objeto de contrarrestar la
reacción básica inicial de los mismos. Se mantienen saturados durante al menos
24 horas.
Fuente: Cultivo sin Suelo de Hortalizas
S è r i e D
i v u l g a c i ó n T è c n i c a
Aspectos Prácticos y Experiencias
Carlos Baixauli Soria
José M. Aguilar Olivert
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