Cultivo sin Suelo de Hortalizas
Depósito de mezcla
El funcionamiento es similar al anterior, la diferencia es
que la solución es fabricada en un pequeño depósito a donde llega el agua de
riego, se inyectan los fertilizantes y ácido, la solución nutritiva es bombeada
al sistema y por medio de un by pas, se hace pasar por los sensores de pH y CE,
que a partir de la lectura marcan las inyecciones de abono y ácido hasta
obtener el valor deseado.
El depósito está dotado de sondas de nivel y válvulas
hidráulicas que pueden regular de forma automática el nivel requerido del
tanque. Podemos encontrar modelos dotados de pHmetros y conductivímetros de
seguridad.
Este segundo sistema presenta como principal inconveniente
que requiere de un segundo grupo de bombeo, la ventaja es que permite formular
distintas soluciones nutritivas para distintos cultivos de una forma muy exacta
con una homogeneización de la mezcla más completa. En ambos casos el equipo
está dotado de un sistema de alarma que se activa cuando las lecturas difieren
de los valores programados, deteniendo de forma automática el riego para evitar
cualquier problema sobre el cultivo.
El ordenador de riego permite diferentes sistemas de
programación de riego, hora fija, riegos cíclicos, por radiación solar, riego
por demanda y sus combinaciones como veremos posteriormente.
Red de distribución
La red de distribución está formada por las conducciones y
elementos auxiliares que van a permitir llevar la solución nutritiva a la
planta. Electroválvulas que nos van a permitir sectorizar el riego de forma
automática y reguladores de presión que permitirán una distribución homogénea
de la presión en los distintas tuberías terciarias.
Las tuberías primarias, por su diámetro, generalmente son de
PVC, van enterradas para evitar su degradación por efecto de la radiación solar
y salen directamente desde el cabezal. En invernaderos en los que se vayan a
manejar diferentes cultivos, o en los que se dispongan distintas plantaciones
de un mismo cultivo, y por tanto, requiera de aplicación de distintas
soluciones nutritivas, será conveniente que desde el cabezal, se instalen
primarias totalmente independientes a cada sector de riego. Conectada a la
primaria tendremos las tuberías secundarias, terciarias, etc.. que en los
últimos tramos pueden ser de polietileno y pueden ir superficialmente. Es
conveniente que a la red de tuberías, aun siendo de polietileno, no les dé
directamente el sol, debido al calentamiento excesivo de la solución nutritiva,
que puede producir en períodos estivales y que puede afectar a la planta cuando
es de pequeño tamaño.
Esta distribución nos llevará a las tuberías portagoteros,
que son de polietileno con diámetros nominales de 12 a 20 mm.
El diseño de la instalación debe permitir una uniformidad de
riego superior al 90%, para garantizar una alta homogeneidad en el reparto de
riego y garantizar que todas las plantas reciben la misma cantidad de solución
nutritiva.
Emisores
En sistemas de cultivo sin suelo que emplean contenedores
continuos rellenos de sustrato, podemos emplear goteros de laberinto
incorporados a la tubería de riego e incluso cintas de riego del tipo empleado
para cultivo de hortalizas en sistemas de riego localizado.
En sistemas de cultivo en sacos o contenedores individuales,
se vienen utilizando goteros que van pinchados en la tubería (emisores sobre
línea), portaemisores conectados a un microtubo y una piqueta que permite
llegar hasta la planta, sirviendo este último elemento como sujeción de la
planta procedente del semillero sobre el sustrato y localizador del punto de
descarga. En algunos invernaderos en los que desarrollan ciclos de producción
otoñal y que deben recurrir a trasplantes durante los meses de julio y agosto,
algunos agricultores han optado también por enterrar ligeramente con grava o
taparla con un plástico blanco la tubería lateral, para evitar que se
sobrecaliente la solución nutritiva.
Debido al mayor coste del emisor se emplea un gotero por
cada dos plantas de un caudal que oscila entre los 2 a 4 litros/hora.
Fuente: Cultivo sin Suelo de Hortalizas
Aspectos Prácticos y Experiencias
Carlos Baixauli Soria
José M. Aguilar Olivert
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