Manejo integrado de enfermedades
Moho clorótico, cladosporium, fulvia
Fulvia fulva. Cladosporium fulvum
El moho clorótico es una enfermedad que se presenta con mucha frecuencia en cultivos de tomate bajo invernadero. El patógeno se disemina por el viento. La enfermedad es favorecida en condiciones de humedad relativa alta (mayor de 90%) y temperaturas entre 20 y 25º C.
En el haz de las hojas más viejas se presentan manchas cloróticas de bordes irregulares, mientras que por el envés se observa un moho de color café oscuro. Con el tiempo las hojas afectadas se caen. El patógeno también afecta flores, donde produce el estrangulamiento del pedúnculo y posteriormente la
caída de la flor.
Una adecuada ventilación del cultivo mediante un amplio espaciamiento entre surcos y plantas, y la poda de hojas bajeras, que favorezca la aireación, reducen la severidad de la enfermedad.
Antracnosis del fruto
Glomerella cingulata. Colletotrichum gloeosporioides
Los daños por antracnosis se ven favorecidos por temperaturas medias (15 a 20º C) y humedad relativa alta dentro del invernadero. Altas densidades de siembra, la presencia de insectos y el riego por aspersión favorecen la diseminación del patógeno por el viento. El patógeno también se puede transmitir en las semillas.
El hongo infecta frutos de tomate (figura 180) y produce lesiones hundidas y redondas de color negro, localizadas en la región cercana al pedúnculo del fruto. En condiciones de humedad relativa alta, las lesiones se cubren de un micelio blanco en los bordes y negruzco en el centro de la región afectada.
En zonas donde la enfermedad es frecuente, se recomienda un amplio espaciamiento
entre surcos y plantas para facilitar la aireación del cultivo. Las prácticas de poda o deshoje disminuyen la incidencia de la enfermedad. La recolección de los frutos afectados disminuye las fuentes de inóculo y reduce las pérdidas por la enfermedad.
Fuente: a137s05.pdf
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