CULTIVO DEL TOMATE EN INVERNADERO
Riego
Con la excepción de los invernaderos usados como pasatiempo, el riego debería ser controlado
automáticamente, con el uso de relojes o controles electrónicos. El volumen de agua variará dependiendo de la estación y del tamaño de las plantas. Los nuevos transplantes necesitan 2 onzas (50 ml) por planta por día. A la maduréz, en los días soleados, de todas maneras, las plantas pueden necesitar hasta 3 cuartos de galón (2,7 litros o 2.700 ml) de agua por planta y por día. Por lo general, 1⁄2 galón por planta por día es adecuado para un crecimiento completo o casi completo de las plantas. Revise las plantas detalladamente, especialmente durante las dos semanas después del transplante, así el volumen de agua puede ser aumentado si es necesario. El agua debe ser aplicada a cada planta. Esto se realiza a travéz del sistema llamado “spaghetti tubing” (tubos finos) y de los goteros que llevan el agua desde las líneas principales a la base de cada planta.
Cada riego debería incluir el fertilizante (vea la sección de Fertilidad); así, el proceso es más apropiado llamarlo “fertigación.” La mayoría de los productores riegan entre 6 a 12 veces por día una vez que las plantas están establecidas. En un medio que tiene muy buen drenaje, como la cascarilla de arróz, podrían necesitarse 12 riegos por día o más para evitar que las plantas se sequen entre riego y riego. En un medio de corteza de pino, son adecuados generalmente entre 6 a 12 riegos por día. El punto importante es que las plantas reciban la suficiente agua para que no se marchiten. La planta marchitada no crece. Si se alcanza el punto de marchitéz permanente debido a un prolongado período sin agua, podría ocurrir que el punto de crecimiento esté muerto. Para estar seguro de
que las plantas reciben la suficiente agua, riéguelas de tal forma que drene agua de la bolsa (10-20 porciento) después de cada riego.
Sepa que después de un período nublado prolongado seguido por sol brillante, puede ocurrir
marchitamiento severo. Esté atento a aumentar la cantidad de agua en esta situación. pH
Es una buena idea chequear el pH de la solución nutritiva todos los días con un peachímetro. Por lo
menos, revise el pH cada vez que usted prepara una solución fertilizante. Un peachímetro “de bolsillo” es una herramienta que todo productor debería tener.
El rango de pH óptimo para la solución de nutrientes es 5.6 a 5.8. Si el pH de la solución es
demasiado alto, causado por el agua tipo alcalina, agregue pequeñas cantidades de un ácido para bajar el pH a dicho rango. Los materiales que puede usar son ácido sulfúrico (H2SO4), ácido nítrico (HNO3) o fosfórico (H3PO4). El ácido sulfúrico es el menos costoso, y puede ser comprado de un revendedor de artículos para automóbiles como ácido para baterías.
De todas maneras, existe una ventaja al usar ácido fosfórico o nítrico, ya que los mismos entregan
nutrientes al mismo tiempo que bajan el pH.(El ácido fosfórico entrega fósforo y el ácido nítrico entrega nitrógeno.) Aunque sean más caros que el ácido sulfúrico, podrían ser preferidos por esta razón.
El ácido fosfórico y el ácido nítrico son fuentes no costosas de estos elementos, si se comparan con otros fertilizantes.
Maneje todos los ácidos con mucho cuidado ya que los mismos pueden causar daños. El ácido nítrico
puede ser muy dañino. El ácido fosfórico disminuye el pH más que los otros dos ácidos, considerando un mismo volumen. Se recomienda usar estos ácidos directamente del tambor o contenedor en que fueron comprados, así no hay riesgo alguno cuando se vierten los mismos. Nunca use vinagre (ácido acético) o ácido para la pileta de natación (bisulfato de sodio) para disminuir el pH.
Para determinar qué cantidad de ácido se debe agregar a un volumen o tanque concentrado de
solución de nutrientes, tome 1 galón de solución y agregue 1ml de ácido hasta que el pH de la solución llegue al rango deseado. Luego, multiplique la cantidad agregada a 1 galón por el número de galones en el tanque. Si está usando un tanque de mezcla, esta es la cantidad a usar. De todas maneras, si está usando un sistema de injección, multiplique esta cantidad por (veces) la proporción.
Sepa que la escala de pH no es linear; es logarítmica. Por ejemplo, si 10 gotas bajan el pH de 8.0
a 7.5, no existe razón alguna para creer que 20 gotas bajarán el pH a 7.0. Usted podría llegar al punto en que una gota más baja el pH a 5.0 o menos. Por lo tanto, tenga cuidado. Un pH que es muy bajo puede ser muy dañino para el cultivo. Revise y nuevamente revise el pH después de ajustarlo con el ácido.
Si el pH es demasiado bajo (por debajo de 5.5), usted puede subirlo con el agregado de compuestos
como el carbonato de sodio, soda caústica, bicarbonato de potasio, hidróxido de potasio o potasio cáustico. El recomendado es carbonato de potasio, el cual tiene un pH de 8.2. Este también entregará potasio. Evite las fuentes de sodio ya que las plantas no necesitan sodio.
Si el sistema de irrigación, o los regadores se atascan durante la producción de un cultivo, los
mismos pueden ser limpiados cuando la estación del cultivo está finalizada. Use un ácido mezclado con agua para ajustar a un pH 4.5. Mientras esta mezcla ácida recorre el sistema, golpee los goteros para romper cualquier costra que se haya formado. No haga esto cuando las plantas de tomate están
creciendo en el invernadero; ¡un pH así de bajo podría matar las plantas!
Fertilización
El tema fertilidad es probablemente uno de los temas más confusos para los productores de tomates de invernadero; de todas maneras, es un tema importante para la producción. Los puntos claves para un programa de nutrición exitoso son las siguientes:
• Use el fertilizante específicamente diseñado para los tomates de invernadero.
• Sepa qué cantidad de cada elemento fertilizante se necesita.
• Sepa cuánto está siendo aplicado.
• Revise la conductividad eléctrica (EC) y los niveles de pH.
• Sea observador de los signos de deficiencias de las plantas o de un exceso de nutriente.
• Chequee periódicamente el estado nutricional de la planta tomando muestras para el análisis de tejido (vea la sección de análisis de tejido).
Fuente: 892-3731, fax (601) 892-2056. El e-mail del Dr Richard Snyder es ricks@ext.msstate.edu
El autor agradece enormemente a los profesores y miembros de la Truck Crops Branch Experiment Station, y expresa su apreciación por el arduo trabajo en la asistencia de los estudios en el invernadero de Crystal Springs. Estos estudios son la base de la mayor parte de la información en esta publicación.
Por el Dr. Richard G. Snyder, especialista en Extensión vegetal.
La Universidad Estatal de Mississippi no discrimina en base a la raza, color, religión, nacionalidad, sexo u orientación sexual, afiliación grupal, edad, disabilidad, o estado de veterano.
Publicación 2419
El Servicio de Extensión de la Universidad Estatal de Mississippi coopera con el Departamento de Agricultura de U.S.
Publicado de acuerdo a las Actas del Congreso, 8 de mayo y 30 de junio de 1914. VANCE H. WATSON, director interino.
(POD 06-06)
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