Cultivo sin Suelo de Hortalizas
Si el cultivo lo desarrollamos en sacos, en el
caso de la perlita realizaremos antes de la plantación unos cortes en el punto
más bajo del mismo, en forma de, o simplemente cortando el extremo más bajo con
una tijera para drenar el agua sobrante, en el caso de lana de roca dicho corte
se puede practicar varios días después de realizar el trasplante.
Cuando se cultiva en fibra de coco prensada y
deshidratada, suministrada en forma de ladrillo o bloque, será necesario, tal
como hemos indicado anteriormente, hacer previamente una análisis, para conocer
su posible salinidad y los iones de que dispone, para de esta forma proceder a
lavados y/o ajuste de la solución nutritiva durante los primeros riegos. Los
primeros riegos irán destinados al proceso de hidratado e hinchado
del sustrato, posteriormente se tendrá que disgregar,
seguidamente emplearemos agua de riego con la menor cantidad de sales posible
para lavar el sustrato hasta tener seguridad de haber eliminado la salinidad
por medio de medida de conductividad eléctrica del agua de salida, para
terminar con riegos que permitan empapar el sustrato con la solución nutritiva
requerida por el cultivo. En algunos casos y por comodidad en
el manejo, el proceso de hinchado y disgregado
se realiza mecánicamente fuera del contenedor o bolsa y posteriormente, se
procede a su rellenado o embolsado.
7•2 Plantación
Una vez saturado el sustrato, se procede a la
plantación. En los sistemas de cultivo sin suelo que mantienen el sustrato
embolsado, deberemos cortar o agujerear el plástico para enterrar el cepellón
de las plantas que han desarrollado su fase de semillero en bandejas de
alvéolos, o simplemente apoyar en el sustrato y sujetar clavando la piqueta
adherida al microtubo del gotero al saco de sustrato, para aquellas plantas
cuyo semillero se ha realizado en bloques de lana de roca. En este punto tiene
especial importancia el contacto del material del semillero con el sustrato
definitivo, para asegurar el enraizamiento de la planta.
Existe la posibilidad de realizar siembra
directa, aunque en la práctica apenas es utilizada, por las ventajas del manejo
de plantaciones con planta procedente de semilleros.
7•3 Control del Riego
Uno de los aspectos más importantes del manejo
de los sistemas de cultivo sin suelo es el del riego, frecuencia, dotación,
número, drenaje y manejo de la solución nutritiva. El aporte de riego ha de
permitir compensar las extracciones de la planta, evitar una posible
acumulación de sales en el sistema radicular y mantener los niveles de oxígeno
adecuados, con una correcta aireación.
La solución nutritiva está compuesta de un
equilibrio adecuado, obtenido a partir de trabajos realizados por grupos de
investigadores en nutrición. Todos los iones disueltos no los aprovecha la
planta en su totalidad. Por otra parte, el agua de riego puede contener iones
en exceso, como cloruros, sodio, niveles altos de magnesio, sulfatos, etc., que
se acumulan en el sistema radicular y en el sustrato, produciendo salinización.
También hemos de contar con la posible falta de uniformidad, aunque en estos
sistemas vamos a exigir una uniformidad de riego superior al 95%, los emisores
envejecen. En el interior de los invernaderos se producen gradientes de
temperatura, humedad relativa, luminosidad y heterogeneidad de plantas, que
hace que no consuman exactamente la misma cantidad de agua. Para contrarrestar
estos efectos, manejamos el sistema de riego con drenaje, es decir, cuando
aportamos la solución nutritiva lo hacemos con una dotación superior a las
necesidades reales de la planta, en cantidades que al menos supone entre un 20 a un 25% de drenaje y
cuando se emplean aguas salinas, en donde la acumulación de iones puede ser
importante, se trabaja con drenajes del 30-35 % o superiores.
Durante los 15 a 20 primeros días, en los
que el sistema radicular de la planta va a ir invadiendo el sustrato, el aporte
de riego debe ir destinado a mantener la humedad del taco o cepellón del
semillero, especialmente en aquellos sistemas que emplean los bloques de lana
de roca. En esta fase estaremos atentos al arraigue de las plantas durante los
primeros días, principalmente en trasplantes que se realizan sobre un sustrato
en donde se ha desarrollado un cultivo con anterioridad, debido a que la
saturación completa es más difícil por estar el saco o contenedor con el corte
de drenaje efectuado, quedando la parte superior del sustrato algo más seca.
En plantaciones que se realizan durante el
invierno o finales del otoño y en situaciones de baja evapotranspiración, podemos
pasar un período de dos a tres semanas con aportes de riegos mínimos e incluso,
en algunos sistemas con el sustrato completamente saturado, se puede pasar un
tiempo relativamente largo sin aportar riego.
Fuente: Cultivo sin Suelo de Hortalizas
S è r i e D i v u l g a c i ó T è c n i c a
Carlos Baixauli Soria
José M. Aguilar Olivert
Aspectos Prácticos y Experiencias
No hay comentarios.:
Publicar un comentario