Cultivos hidropónicos
PRINCIPALES PLAGAS:
Hay muchas clases de organismos vivos que pueden afectar el desarrollo
normal de las plantas cultivadas, pero en los cultivos sin tierra los que se
han observado con mayor frecuencia son:
Arañitas:
Son arañas muy pequeñas ( también conocidas como ácaros), casi invisibles
al ojo humano, que tienen diferentes colores y que por lo general atacan con
mayor intensidad en los períodos secos y calurosos.
Son muy severas cuando se presentan dentro de las cubiertas plásticas. Hay
una muy específica que ataca severamente los cultivos de tomate llamada
Russit mite.
Se ubican por detrás de las hojas y allí chupan la savia de la planta ocasionando principalmente tres perjuicios:
Debilitamiento general de la planta: Las hojas afectadas, al tener alterada la
coloración verde no realizan el proceso de la fotosíntesis sino en forma
muy parcial, por lo cual el crecimiento se retarda notoriamente hasta que
finalmente se detiene si no hay control oportuno.
- Mal aspecto: Coloraciones amarillentas, cobrizas o rojizas y presencia de
telarañas en las partes más afectadas que le quitan casi todo el valor comercial
a plantas que se consumen por sus hojas o tallos tiernos.
- En el cultivo de tomate y pimentón, el Russit mite ocasiona coloraciones
cobrizas en los tallos y hojas primero, después en las flores y finalmente hace
que los frutos, verdes y maduros se cubran de células corchosas que deterioran
por completo la calidad comercial, a pesar de que por dentro la calidad del
fruto no se afecta ni en su color ni en su consistencia.
- Transmisión de enfermedades causadas por virus que vienen en su aparato
chupador (estilete parecido a una jeringa) desde plantas que estaban infectadas.
Control:
El control de los ácaros es uno de los más complicados que hay en cuanto a
plagas, principalmente porque no son visibles a simple vista y por ésto no son detectados oportunamente por los cultivadores
Su presencia casi siempre se detecta cuando ya hay daños notorios lo cual
coincide con poblaciones muy altas que resultan muy difíciles de controlar.
Como se mencionó, estas son plagas de épocas secas y calurosas, por lo que
humedecer las hojas por el lado posterior, que es donde se ubican, hace menos favorable su desarrollo. También conviene aplicar lavadura (de algún jabón de
barra y preferiblemente si tiene un poco de azufre) haciéndolo con un
atomizador y siempre dirigiendo la aspersión hacia el envés de las hojas.
Estas aplicaciones deberían hacerse en las horas de la mañana y repetirse con
frecuencia.
Aplicaciones de algunos productos químicos a base de azufre son la única
alternativa cuando las poblaciones son tan altas que ponen en peligro al cultivo.
En este caso, las especies de la familia cucurbitácea (sandía, melón, pepino,
zuchini, calabaza) no deben ser aplicados con este tipo de productos porque
son muy sensibles a él y se pueden quemar. Para las otras especies, se pueden
utilizar, siempre empleando las dosis mínimas recomendadas por el fabricante
de cada producto. Son muy bien controlados por un predator natural conocido
como chrysopa.
Fuente: César H. Marulanda Tabares Experto en Hidroponía Familiar
Consultor PNUD
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
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