Manual del Huerto Urbano
a. El sustrato
El huerto urbano no tiene tierra, tiene sustrato. El sustrato es de origen
100% orgánico y contiene una mezcla de restos forestales y estiércol.
Estos restos han sido sometidos a un proceso de fermentación que es
conocido como compostaje y el producto que obtenemos se llama compost.
La primera ventaja del compost o del sustrato orgánico es que tiene mucha
más capacidad de almacenar agua y nutrientes que la tierra. Esto es
fundamental ya que en nuestro huerto las plantas tendrán poca profundidad
de sustrato para que las raíces busquen el alimento.
La otra diferencia importante es el peso. El sustrato orgánico pesa hasta tres
veces menos que la tierra normal y, por lo tanto, carga mucho menos la mesa
y la terraza. No debemos poner nunca tierra en la mesa de cultivo ya que no
está diseñada para soportar tanto peso.
b. Producir para el autoconsumo
Primero debemos tener en cuenta que queremos producir para el propio
consumo. Por lo tanto, si cada semana comemos una lechuga, cada semana
debemos plantar una lechuga.
Si quisiéramos plantar muchas lechugas nos encontraríamos en el momento
de la recolecta que no sabemos que hacer y se nos estropearían. A esto se le
llama escalonar la producción.
En algunas plantas no es necesario escalonar la producción ya que se pueden
hacer conservas o por qué ya producen escalonadamente, como por ejemplo
la tomatera.
1. Conceptos claros...
c. Duración del ciclo
La duración del ciclo es el tiempo desde que plantamos o sembramos hasta
que podemos hacer la recolecta. El tiempo que damos es una orientación y
puede variar según diferentes factores.
El primer factor es la variedad. De una misma hortaliza podemos encontrar
muchas variedades diferentes con ciclos más cortos o más largos. Nosotros
siempre aconsejamos las variedades de ciclos más cortos ya que para el
reducido espacio de nuestro huerto será más divertido sembrar y recolectar
rápidamente.
Otro factor importante es la temperatura. La misma planta crecerá y madurará
mucho más rápido si hace calor que si hace frío. Además, la temperatura de
las mesas de cultivo siempre variará más que la que tendrían en el suelo
debido a la poca profundidad del sustrato. Por lo tanto, en el verano las raíces
tendrán más calor y en invierno más frío que si fuesen cultivadas en el suelo.
Esto hace que los ciclos de cultivo de las hortalizas sean un poco más cortos
en época de buen tiempo y, al mismo tiempo las raíces son más sensibles a
las heladas del invierno que no en el cultivo de tierra.
Para saber el momento de recolectar una verdura es necesario que aprendamos a observar la planta y reconocer su momento óptimo.
b. El cultivo en sucesión
Otro concepto importante para conseguir el máximo rendimiento es la sucesión.
Por ejemplo sembramos una semilla de rábano y, al lado una planta de lechuga
y una planta de tomate. El rábano crece rápidamente y se coge en 30días. Después
de coger el rábano, la lechuga empieza el máximo desarrollo y lo cogemos
después de 60 días, justo cuando la tomatera empieza hacer fruto y sombra. Así
pues, conseguiremos que los tres cultivos no se molesten entre ellos durante una
parte importante del ciclo y aprovechamos al máximo la superficie. Decimos que
se van sucediendo. Esto es uno de los trucos para conseguir el máximo rendimiento
de poca superficie.
El cultivo en sucesión se puede considerar una variedad del policultivo. Para planificarlo debemos de tener en cuenta la tabla de compatibilidades entre cultivos.
Fuente: Manual del Huerto Urbano
HORTURBÀ
info@horturba.com
www.horturba.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario