LLANTAS USADAS:
Las llantas de buses y camiones que ya están muy gastadas son otro tipo de
contenedor económico y eficiente para producir hortalizas en pequeños espacios.
Deben preferirse las que tengan su estructura no de alambre, sino de fibra de
nailon para evitar que las puntas produzcan pequeños chuzones o heridas que
se pueden infectar. Estas llantas deben estar muy gastadas, ojalá que estén
empezando a mostrar la lona, pues esto facilita abrirlas por la mitad.
Abertura de las llantas:
Para abrir las llantas se busca en el centro de la banda de rodamiento el punto
más débil y allí se introduce la punta de una puntilla de 5 pulgadas o la punta
de un cuchillo fuerte hasta producir un corte que permita meter un machete
afilado que se va corriendo por el centro de la banda, lubricando constantemente
el machete con agua para que deslice con facilidad.
Llenado con substrato:
Cuando se termina de abrir la llanta se obtienen dos partes iguales y en cada una
de ellas se pueden sembrar diferentes hortalizas, desde las que producen hojas
y tallos (lechugas, cebolla de rama, repollo o col china, hasta las que producen
frutos (tomate, pepino) o bulbos (cebolla de huevo). En la mayoría de las zonas
de Colombia estas unidades productivas se pueden llenar con un substrato
de cascarilla de arroz y arena en proporciones iguales (50:50). Deben llenarse
hasta el borde, pues en la medida en que pasan los días el volumen de substrato colocado inicialmente irá bajando.
Drenaje:
En estas llantas como en todo contenedor donde se cultiva utilizando un
substrato sólido, se debe abrir un orificio para que salgan los excesos de agua
o los excesos de sales que se van acumulando a lo largo del tiempo. Este
orificio de drenaje se abre utilizando una puntilla caliente de 4 ó 5 pulgadas.
La ubicación del drenaje no debe ser en el fondo del canal, sino 2 centímetros
más arriba de él, para permitir que haya una pequeña reserva de humedad.
En este orificio de drenaje no es necesario colocar manguerita como se hace
en los contenedores de madera forrados con plástico, pues el objetivo de esta manguerita es evitar que la humedad pudra la madera, situación que no
ocurrirá con la llanta, pues siendo de caucho, no hay riesgo de que se
produzca pudrición.
Ubicación:
Las llantas no deben colocarse sobre el suelo, al igual que ningún contenedor;
en el Eje Cafetero lo mismo que en muchos lugares de Colombia y en otros
países es posible utilizar 3 trozos de guadua o de madera rústica (redonda) de
1 metro de altura, se entierran 30 ó 40 cms colocando los 3 trozos de tal
forma que formen un triángulo. Sobre la parte superior de los trozos se coloca
la llanta. Así se evitan excesos de humedad cerca de las plantas, se disminuye
el riesgo de daños por plagas y se mejora la circulación de aire fresco en la
zona donde crecen las raíces lo cual favorece el desarrollo del cultivo sembrado
en ellas.
Fuente: PROGRAMA DE LAS NACIONES UNIDAS PARA EL DESARROLLO
PNUD
César H. Marulanda Tabares
Experto en Hidroponía Familiar
Consultor PNUD
Las llantas de buses y camiones que ya están muy gastadas son otro tipo de
contenedor económico y eficiente para producir hortalizas en pequeños espacios.
Deben preferirse las que tengan su estructura no de alambre, sino de fibra de
nailon para evitar que las puntas produzcan pequeños chuzones o heridas que
se pueden infectar. Estas llantas deben estar muy gastadas, ojalá que estén
empezando a mostrar la lona, pues esto facilita abrirlas por la mitad.
Abertura de las llantas:
Para abrir las llantas se busca en el centro de la banda de rodamiento el punto
más débil y allí se introduce la punta de una puntilla de 5 pulgadas o la punta
de un cuchillo fuerte hasta producir un corte que permita meter un machete
afilado que se va corriendo por el centro de la banda, lubricando constantemente
el machete con agua para que deslice con facilidad.
Llenado con substrato:
Cuando se termina de abrir la llanta se obtienen dos partes iguales y en cada una
de ellas se pueden sembrar diferentes hortalizas, desde las que producen hojas
y tallos (lechugas, cebolla de rama, repollo o col china, hasta las que producen
frutos (tomate, pepino) o bulbos (cebolla de huevo). En la mayoría de las zonas
de Colombia estas unidades productivas se pueden llenar con un substrato
de cascarilla de arroz y arena en proporciones iguales (50:50). Deben llenarse
hasta el borde, pues en la medida en que pasan los días el volumen de substrato colocado inicialmente irá bajando.
Drenaje:
En estas llantas como en todo contenedor donde se cultiva utilizando un
substrato sólido, se debe abrir un orificio para que salgan los excesos de agua
o los excesos de sales que se van acumulando a lo largo del tiempo. Este
orificio de drenaje se abre utilizando una puntilla caliente de 4 ó 5 pulgadas.
La ubicación del drenaje no debe ser en el fondo del canal, sino 2 centímetros
más arriba de él, para permitir que haya una pequeña reserva de humedad.
En este orificio de drenaje no es necesario colocar manguerita como se hace
en los contenedores de madera forrados con plástico, pues el objetivo de esta manguerita es evitar que la humedad pudra la madera, situación que no
ocurrirá con la llanta, pues siendo de caucho, no hay riesgo de que se
produzca pudrición.
Ubicación:
Las llantas no deben colocarse sobre el suelo, al igual que ningún contenedor;
en el Eje Cafetero lo mismo que en muchos lugares de Colombia y en otros
países es posible utilizar 3 trozos de guadua o de madera rústica (redonda) de
1 metro de altura, se entierran 30 ó 40 cms colocando los 3 trozos de tal
forma que formen un triángulo. Sobre la parte superior de los trozos se coloca
la llanta. Así se evitan excesos de humedad cerca de las plantas, se disminuye
el riesgo de daños por plagas y se mejora la circulación de aire fresco en la
zona donde crecen las raíces lo cual favorece el desarrollo del cultivo sembrado
en ellas.
Fuente: PROGRAMA DE LAS NACIONES UNIDAS PARA EL DESARROLLO
PNUD
César H. Marulanda Tabares
Experto en Hidroponía Familiar
Consultor PNUD
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